Doctrina de la real malicia Fue delineada por la Suprema Corte de los Estados Unidos a partir del caso New York Times Vs. Sullivan el 29 de marzo de 1960 por publicar una noticia solicitada bajo el título “Escuchad sus voces clamorosas” por la clausura del comedor estudiantil ante la negativa de los estudiantes de reinscribirse con el propósito de someterlos por el hambre acogiendo las pacíficas ideas del doctor Martin Luther King. La teoría de la real malicia se utilizó como un concepto de dolo valorado, con conciencia eventual del injusto, partiendo en que “Las libertades de expresión no son ilimitadas, sino que tienen como límites, entre otros, el derecho al honor de los afectados”. La jurisprudencia se ha pronunciado sobre el conflicto de los derechos de la libertad de expresión y el derecho al honor de los afectados, de lo cual deviene que el ejercicio del derecho de defensa en procedimiento judicial o administrativo, no puede permitir la lesión de otro derecho si en él se manifiesta expresiones o imputaciones falsas, que implican una forma engañosa, fingida o simulada proferida con dolo o con mala fe. De esta forma falsaria se derivan derechos del ofendido para ejercer las acciones por responsabilidad penal y civil, partiendo de que el derecho de defensa no protege agravios, descrédito o calumnia, ni protege la falsedad, el abuso del derecho, ni la mentira. La prueba de la real malicia sólo se contrae al conocimiento de su falsedad o con temeraria despreocupación acerca de la verdad o falsedad.

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